Negocios sin inflación, ¿malas noticias en algunos ámbitos?
Por Lic. Nancy Villarruel, Economista.
Esta semana escuché que en una reunión de PyMEs, el dueño de un tradicional comercio cordobés, con años de trayectoria dijo “lo que debemos analizar es cómo haremos ahora para obtener ganancias sin inflación”. Fue una expresión sincera, visceral, pero también dramática y muy argento. ¡Hay que ponerse en la piel de un comerciante argentino que se ha desacostumbrado al giro normal de su negocio en entorno de estabilidad de precios!
Por estabilidad entendemos que los precios no deberían subir de forma significativa (inflación), ni bajar durante un período prolongado (deflación). ¿Por qué no es bueno que bajen durante mucho tiempo? Porque los períodos largos de deflación (al igual que los de inflación) excesiva tienen efectos negativos sobre la economía. Si los consumidores perciben que los precios bajarán en el futuro, aplazarán sus compras, las empresas se encontrarán con stock sin vender y deberán reducir personal para afrontar la caída de la demanda.
Las finanzas públicas sufrirían otro tanto, porque al caer la recaudación debería bajar el gasto para poder pagar deudas. Por lo tanto, la deflación tiene consecuencias negativas para todos. En cambio, la estabilidad de precios ayuda al crecimiento económico, la estabilidad del empleo, y da previsibilidad a la moneda, ya que permite que los ciudadanos confíen en que su dinero valdrá mañana aproximadamente lo mismo que hoy.
Estoy segura de que esa última frase provocó una sonrisa sarcástica en más de un lector. ¿Lo ven? Todos nos hemos desacostumbrado a vivir sin inflación. Volviendo a las empresas, ante un contexto de incertidumbre macro y de expectativas negativas, la búsqueda de cobertura a través de mayores márgenes comerciales afecta y retroalimenta la aceleración de los precios. Ya hemos constatado demasiadas veces en nuestra historia reciente, que la solución no pasa por mayores controles (en forma de precios máximos, cuidados, u otras “ideas” novedosas que hemos visto), sino por un programa que corrija las variables macro y los precios relativos de bienes y servicios de manera que los estabilice de forma consistente.
EI comercio, la industria, el campo, los servicios DEBEN generar ganancias porque de otra forma no podrían subsistir. El gobierno está haciendo su parte para generar un entorno estable, pero los precios sólo podrán bajar hasta cierto punto. Seguramente habrá una suba de los salarios nominales, para que los trabajadores recuperen parte del ingreso real perdido. Ante una debilitada demanda, los márgenes de ganancia de las empresas deberían comprimirse y contribuir a mitigar el impacto sobre la inflación de un crecimiento más rápido de los salarios. Es un ajuste para todos. Stay tunned!
