Y las exportaciones para cuando
La economía cuenta con escasas variables para provocar algún crecimiento real, es imperioso generar ingreso de divisas para hacerle frente a los compromisos, y la exportación aparece casi como única vía.
En 2018 las exportaciones Argentinas fueron unos 61.500 millones y significaron el 15% del PBI considerado por el FMI en 408.030 millones.
Argentina no ha tomado debida nota, de los buenos ejemplos que muestran que los países que basaron su desarrollo en el comercio exterior crecieron.
La composición de las exportaciones puede ofrecer un panorama con perspectivas en la Argentina. Nuestros productos primarios representan el 33% del total; en ese conjunto, la pesca, las frutas y las bebidas llegan a 3980 millones, que son solo el 6,4% del total de las exportaciones.
El año pasado el Gobierno lanzó una campaña de promoción de las exportaciones en un escenario con aumento de las retenciones y realidades macroeconómicas poco propicias hacia el exterior.
En los primeros tres años, las señales de promoción indicaban que se concentrarían en el agro, los minerales y los combustibles, con muy pocas esperanzas en otros rubros. Y sin tener en cuenta las condiciones particulares y la especialización en el comercio mundial.
El incremento de las exportaciones de combustibles, dependerá del nivel de inversiones o transferencia de ingresos a las compañías petroleras, y los minerales no revelan cifras de reacción.
Los compromisos con el FMI y el endeudamiento limitan el margen para elaborar políticas de promoción de exportaciones. No son suficientes las perspectivas de crecimiento de las exportaciones no tradicionales, más aún, cuando no se cuenta con las herramientas macro. Para incentivar el comercio internacional es menester doblegar esfuerzos, las acciones público/privadas deben concentrarse para descubrir nuevos nichos, ello demanda un análisis detallado por sectores y región, quizás de escaso valor al principio pero con perspectivas dinámicas.
Los propósitos del FMI están basados en una foto del momento sin tener en cuenta los cambios que son consecuencia de su aplicación.
Las estimaciones indican que estabilidad es igual a aumento de la inversión, pero no señala los plazos, ni la profundización de la recesión ni la disminución de los ingresos. El sector público restringe sus aportes y el privado no invierte. Si se computa igual el gasto efectivo, cierto y controlado en la promoción de las exportaciones existiendo la capacidad, la dinámica causaría un incremento en la balanza comercial y en el ingreso de dólares.
Aumentar las exportaciones es una materia pendiente que atraviesa a casi todos los gobiernos que pasaron por casa rosada. Sin planes y medidas concretas que apunten a dar soluciones impositivas y financieras a cada sector productivo, es muy difícil que salgamos del profundo pozo en el que estamos.
